La escuela Eloisa Paiges de La Mesada fue seleccionada para ser una de las 95 escuelas rurales de la Provincia beneficiadas por el programa Conectividad Córdoba.
En marco del programa provincial Conectividad Córdoba, mediante el cual se establece lograr en un lapso de tres años la incorporación de tecnologías para conectar al cien por ciento de los cordobeses, casi una centena de escuelas rurales ubicadas en distintos puntos de la geografía fueron beneficiadas en esta etapa.
“Empezamos por la tarea más noble quizás y más difícil, que es brindar conectividad a través de servicios satelitales y en este caso para 95 establecimientos escolares que están dispersos en todo el territorio provincial, fundamentalmente en aquellas zonas donde hay menor nivel de accesibilidad en materia de comunicación. Por eso la necesidad de poder dotar de conectividad a través de internet satelital”, resumió Manuel Calvo, a cargo de la Secretaria De Comunicación y Conectividad de la Provincia.
Entre ellas, la escuela Eloisa Paiges de La Mesada fue uno de los establecimientos escogidos y ya cuenta con las instalaciones realizadas para contar con internet, conexión wifi y televisión satelital.
“Realmente me sorprendió porque hemos sido convocadas en una primera instancia. Yo pensé que las otras escuelas rurales de La Calera también la iban a tener y no, son escuelas rurales a las que es difícil otro tipo de conexión”, explicó Natalia Tapia, directora de la institución. “Por ejemplo, nosotros no tenemos luz eléctrica, tenemos panel solar. Si bien allá tenemos algo de señal para telefonía celular es muy remota. Entonces ha sido una selección muy minuciosa”, señaló.
La docente comentó que el servicio está funcionando aunque con cierta lentitud, “pero creo que es hasta que nos adaptemos todos, tanto este aparato nuevo, que como me explicaba el técnico, tenemos panel solar entonces hay que darle tiempo, pero funciona”.
Teniendo en cuenta la realidad de las escuelas rurales, Tapia resaltó que esta posibilidad permite “brindarle un servicio más, es a lo que apunta la escuela rural. Como comentaban los otros directivos de otras localidades presentes, las escuelas rurales tienen un papel fundamental en la sociedad. Son centros de atención. Es lo que yo planteé desde que llegué a la escuela: la comunidad, la familia tiene un problema, acérquese a la escuela, lo va a acercar lo que necesiten y la función de este medio de conectividad es esa. Hoy todo se está manejando por internet: el turno del ANSES, el Boleto Educativo. Todo pasa por ahí, hasta los impuestos de Rentas”, remarcó.
En ese sentido, agregó que hay muchas propuestas e ideas para poner en práctica con el objetivo de darle un buen uso.
Otro mundo
La escuela Paiges se encuentra entre unos cinco y siete kilómetros de distancia del centro de la localidad. “Es un mundo totalmente diferente”, resume la directora. Para llegar a la institución se debe acceder mediante un camino de tierra que mantienen tanto la Municipalidad como Vialidad Provincial. Solo funciona en el turno mañana y el único medio de transporte es un servicio de la Cooperativa La Calera que llega dos veces al día, a las 7.50 y 12.30.
Tapia asumió la dirección hace dos años y medio. Anteriormente se desempeñaba en un colegio privado donde tomó licencia sin goce de sueldo para ir a trabajar en la escuelita. “Allá necesitás mucho tiempo, muchas manos, dedicarte a eso. La escuela estaba muy deteriorada, hoy está bien. Me cambió la vida”, reflexionó. Cuando ingresó tenía a su cargo treinta alumnos que iban de primero a sexto grado. El año siguiente la cantidad de matriculados superó ese número y se sumó otra docente, lo que permitió separar el alumnado por ciclos, de primero a tercer grado y de cuarto a sexto.
“Es todo un trabajo educar los alumnos, mantenerlo, es muy sacrificado. Los chicos llegan de noche, tenemos salamandra, entonces hay que buscar la leña. Se cocina todos los días, por ahí se nos congela el gas en invierno, por ahí nos quedamos sin agua. Es otra realidad, hay que ir trabajando junto a lo pedagógico de los chicos, entonces son muchas cosas”, expresó.
Además de las maestras hay un auxiliar docente y una cocinera. Entre los chicos que concurren, algunos residen en la zona rural y el resto provienen de El Chorrito. “Nosotros nos manejamos con lo que tenemos, eso es lo que yo apunto, a estos valores de manejarnos no con el consumismo, ni con esto del tener. La vida pasa por otro lado, los valores son otros”, enfatizó Tapia.
Al ser menor la cantidad de alumnos, el acompañamiento es distinto. “Conozco cada una de las familias, las he visitado, me he caminado todas esas lomas. Sé las problemáticas de cada uno. Igual, ellos cuentan conmigo todo el tiempo, cosa que les hace falta o duda que tienen ahí nomás el WhatsApp está presente todo el tiempo”, mencionó la directora.
Anticipándose al próximo ciclo lectivo, señaló que comenzarán a trabajar en jornada extendida y se agregará un horario más de transporte. La docente remarcó que estos logros se han podido dar gracias al apoyo de vecinos, padres de los alumnos, la Dirección de Arquitectura de la Provincia y especialmente de la Municipalidad de La Calera.
El marco de Eric 